Tercero en discordia

Odio hacerme ilusiones.
Siempre que me subo al frenesí de las altas expectativas, hay algo que me baja de un hondazo.

¿Por qué tiende uno a proyectar taaaaaaaanto?

Digo ¿no? es tan al pedo, por ejemplo, ponerle toda la onda a una entrevista de trabajo, para llegar y que nos corten el mambo en plena perorata ya que, por ejemplo, no poseemos el nivel de conocimiento que debemos o no fuimos lo suficientemente simpáticos (me di cuenta que mucha gente usa la palabra proactivo/a como uno de sus fuertes y la mayoría no sabe el significado de la misma)
Pero no solo en ese aspecto pasa.
Me da la impresión que, el ser humano es más idiota de lo que quiere creer.
Cualquier nimiedad que nos haga sentir que podemos llegar a salir de la esquemática vida que vivimos nos hace, indefectiblemente, esbozar un futuro color de rosa.
Déjenme decirles una cosita:

SOMOS NADA MÁS NI NADA MENOS LA RAZA MÁS ILUSA EN EL GLOBO TERRÁQUEO.

Muchas de las decisiones son tomadas por terceros. Son contadas con los dedos de una mano la cantidad de veces que podemos hacer una elección nosotros, que dé como resultado una respuesta inmediata y una solución permanente.
No me estoy jactando de saber la verdad de la milanga, porque sería pecar de saberme una erudita cuando en realidad, no lo soy.
Pónganse a pensar la cantidad de veces que una resolución de esas que cambian la vida, fue hecha por uds y cuando pasó a ser juicio de un tercero quien decida subirnos o bajarnos el pulgar.

¡BLAH! estoy un poquitito hastiada de sentir que, al fin de cuentas, alguien siempre tiene el poder de resolución, para bien o mal, en mi vida.

No voy a ser insensata tampoco. La culpa termina SIEMPRE siendo mía.

Creo que necesitaba hacer un poquito de berrinche. Jejeje! sepan entender, el Impero desgasta.