lunes, 27 de septiembre de 2010

Ф Como por arte de magia Ф

Hora: 20:30
Día: Sábado
Estado: Agotamiento extremo.
Lugar de Origen : San Fernando
Destino : Caballito

El sábado a las 11:30 de la mañana me hice presente en el casamiento de mi hermano del alma, Charly, en una quinta super top en la zona de Pilar.
Nunca había ido a un casorio de día. Es 10 veces más cansador que uno nocturno y da un poco de cosa el abusar de la barra libre. Digamos que no es políticamente correcto andar escavio a las 6 de la tarde....
En fin, muy lindo todo, muy buena comida, el vino aún mejor.
Rompí la racha del ramo (hace 5 casamientos que me lo vengo sacando).
Llegué a casa a las 19 y tenía que volver a salir.
Una amiga se casa en breve y hacía la despedida de soltera.
La verdad, cero ganas de ir.
- Se me murió el gato - pensé -no, no...mejor, caete de las escaleras. Si te lastimas, no quedás mal-
-No, nena! no podes ser tan chota de no ir - me dije - ¡Uh! pero que mierda, tener que irme hasta allá. Uffff -resoplé.
Logré despegarme de la cama, entré a la ducha, me acicalé y salí.
Tenía que estar a las 20:30 en Av. La Plata al 800. Salí de mi casa a la misma hora que tenia que estar allá. Empezamos BÁRBARO!
Sabía que iba a ser un grandísimo embole. Lo presentía y el correr de las horas, me dio TODA la razón.
Media hora más tarde, recién llegaba a Retiro y todavía tenía 40 minutos más de viaje.
380 veces pensé en volverme antes de llegar.
No tenía ganas de ir, ni una!
Llego a Independencia y combino con la línea E, me esperaban 6 estaciones y lo único que me mantenía despierta, era Bufón, aturdiendome.
Dos estaciones después, se sube un mago.
-Cartón lleno - pensé.
Siempre me pasa lo mismo, cantado eh, cada vez que sube alguien a hacer un númerito, me ven a mi, y por una extraña razón, me toman de punto.
Sin ir más lejos, el viernes volviendo de la facultad, dos sujetos, subieron al subte a hacer una parodia basada en una pareja peleandose por una tercera en discordia y....¿ADIVINEN QUIÉN ERA ESA TERCERA?
Si pensaron en esta boluda, acertaron.

Retomando, sumado al mal humor que tenía por haberme obligado a salir de mi casa para ir a esta despedida donde, sabía, me iba a embolar más que viendo un documental sobre el armado de cajas (cuack!) y sumándole al mago que hacía su acto y sabiendo que, en algún momento, me iba a tomar de punto, empecé a rezar.
Quería llegar a mi estación destino ANTES de que el señorito decidiera llamarme como asistente.

Claramente, mis rezos fueron en vano.
El mago me mira y me dice algo que no escucho.
Acto reflejo de por medio, me saco un auricular y lo miró con cara de
¿Qué te pasa a vos?
Me reitera la pregunta:
- ¿Vos crees? -

Dudo. ¿Creo? ¿Si creo en qué? ¿En mi? ¿En Dios? ¿En que los Mc Nugguets de Mc Donalds son patas de gato? ¿Qué el universo gira y gira y el boludo mira y mira?
Me hizo una pregunta muy poco objetiva.
Me vuelve a preguntar:
- ¿Vos crees? -
- Emmmmm......pseeeeeee - contesté.
Y de repente, la magia se hizo presente.
Prendió fuego un papelito blanco que tenía y lo convirtió en una rosa.
Rosa que después me regalo.
Se bajó en la estación Boedo, no sin antes decirme:
- Gracias por creer -

El la primera vez que no me molestó ser objeto de atención de un laburante del subte, es más, me sacó la mala onda.
Aunque la despedida fue un fiasco.


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