Hoy, un viernes distinto...

Hay veces que uno siente que esta dentro de un espiral, del cual no puede salir, que la razón, fría y meditabunda necesidad, no existe y uno se encuentra desnudo frente a un problema que no puede resolver.

Intenta abstraerse y lo único que consigue, es ver la paja en el ojo ajeno, e ignoramos que lo que vemos, no es más que nuestro reflejo, algo deformado, en un espejo.

Cuan fácil resulta echarle la culpa de todos nuestros males al otro, mucho más fácil que admitir que nos metimos en un terreno escabroso y terminamos con la arena al cuello (por no decir otra cosa).

Es más difícil dar el punta pie inicial, en una situación que creemos que nos sobrepasa, que escalar el Himalaya.

¡Qué poder que tiene la psiquis de hacernos creer que un granito de arena tiene magnitudes terráqueas!

Hay tantas cosas que uno de afuera puede ver con tanta claridad que nosotros, teniéndola frente de nuestras narices ignoramos por completo.

Es mil veces más fácil guiarnos por el "has lo que yo digo y no lo que yo hago....", ¿Pero cómo hacemos cuando es tiempo de actuar como uno le dice a los demás que actúe?

Hoy estoy pasando por una de esas situaciones, donde la razón brilla por su ausencia, donde no sé que hacer, donde lo único que quiero es esconderme bajo las sábanas, cerrar los ojos y esperar que pase el huracán y encontrarme con que he salido ilesa de todo esto.
Hoy me sentí abatida, sin saber para donde correr, y aún sabiendo hacia donde me dirigía, dudo que mis piernas hubieran hecho caso alguno.
Y hablé con ella, me dijo un par de cosas que hizo que viera todo en otra perspectiva.
Me dio palabras de aliento y dijo cosas bonitas de mi...
A pesar de conocerla poco, LA QUIERO.

Quería agradecerte por los consejos que me diste y no se me ocurrió mejor manera que dedicarte este post y esta canción (porque al igual que ella, me levantaste el ánimo)

¡LES DESEO UN VIERNES DE PUTA MADRE, BLOGGERUNTES!

Y un próspero fin de semana!