lunes, 23 de agosto de 2010

- Cuestiones -

Y cuando estoy sola en casa,
no puedo evitar sentir el halo de tu presencia.
La vibración de tu respiración,
El eco de tu risa,
El resonar de tus pasos.
El vacío de tus palabras,
el desencanto que va de la mano con tu existencia,
la amargura de tu espíritu infeliz.
Por momento tu risa me encandila,
pero en otros, tu temor me paraliza.
¿Qué pasa? ¿Qué es lo que no decís? ¿Qué escondes?
¿Por qué te entumeces? ¿Por qué te acorazás?
Dejate llevar.
Esto no es más que un paseo en montaña rusa.



3 comentarios:

  1. Es la verdad!!! A veces solo hay que animarse a subirse a la montaña rusa en el primer carrito y abrir los ojos durante todo el viaje!

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