Encima, el miércoles, me quise hacer la guapa y me inscribí en pilates.
La mina chocha, que las camitas pro, que el moldeado del cuerpo en poco tiempo y la mar en coche.
La cuestión era que la forra esta, no hacia gimnasia desde que terminó la secundaria (léase, año 2002), lo máximo que corre, es el colectivo, y el estado físico general podría denominarse Sedentarismo Oficinista, ergo, la mina no hacia una goma.
Llego, me saluda la profe, y me dice:
-"¿La primera vez que haces Pilates?"
- "Si, si, vengo a ver de que se trata"
-"Uh, justo viniste el día que hacemos TABLA"
-"...."
Lo primero que se me vino a la mente, fue esto.
¿Tabla? pero ¿Qué mierda es hacer Pilates con Tabla?....
Por la cara que me puso, supe que no iba a ser NADA fácil.
De mas esta decir que mis "compañeritas" eran todas mujeres superando los 40, pasando su primer divorcio, toda la tarasca (estaban comentando cirugías estéticas, y clubs de Rugby) que van a Pilates, para ver si se pueden levantar un pendex 20 años menor que les de matraca!
(soy una yegua, pero estamos hablando de ese prototipo de mina-country).
Había una, Amalia, que era la típica mina que le gusta ser el centro del mundo, la que hacía los ejercicios más rápido, la que era rubia natural, la que para todo tenía una acotación que hacer en pocas palabras, una seca huevos importante.
Cuando me hicieron acostar en una de las camas, ya me miró mal, sin entender porque, le sonreí.
Al rato, mientras entramos en calor, escucho la siguiente conversación:
Amalita : "Le dieron la mejor cama, ¿viste?"
Otra blonda: "Nah, son todas iguales"
Amalita: "No no, esa es la mejor, la que tiene los resortes nuevos"
Otra blonda: "Son todas lo mismo, todas tienen el mismo fin"
Amalita: "Tiene calzas feas"
Otra blonda: "..."
¡AHHHH PERO PORQUE NO TE VAS A LAVAR LA PAPADA!
Juro por Dios, que la mina, era peor que una pendeja de 12 años.
A todo esto, yo seguí en la mía, buscando mi oportunidad para mandársela a guardar.
Los minutos iban pasando, y Amalita, hacia algo y me miraba como diciendo...
"Mirá lo que puedo hacer".
Cuestión que en un punto, nos hicieron hacer un ejercicio, en el cual teníamos que demostrar nuestra elasticidad (o más bien la falta de ella).
Enganchando nuestras plantas de los pies en un arnés cada una, debíamos hacer que la cama se deslizara de adelante hacia atrás, abriendo y cerrando nuestras piernas.
Ni bien empezamos, Perica iba joya, chiche bombón, pero Amalita, pegó un grito:
-"Ay! me tiró, me duele, me dueleeeeeeeeee!"
Al parecer a la muy elástica Amalita, se le cayeron los 46 pirulos encima y de la peor manera.
Esa que te ataca cuando te querés hacer la canchera y no te da, ni la mente ni el físico.
Era mi momento, iba a saborear el dulce almíbar de la venganza y la victoria, todo de un solo saque.
Miro hacia mi derecha, veo que Amalita se retuerce de dolor, esbozo una sonrisa y arremeto sin tapujos:
-"Ay! que feo debe ser que los años te jueguen en contra, no?"
Tomá! si, si, te acabo de refregar mis 26 candorosos años por esa carota brillosa y toda cirujeada!
Hoy, 2 días después, sigo caminando como la momia.
Me duele respirar, reírme, toser, vivir, todo me duele....
PERO, que lindo fue hacerle tragar todo el veneno a esa mina.
Suerte que hoy es viernes!!!
Este video y este post van dedicados a mi amiga Moris, su desgarro y su bolsa de agua caliente!