Son las 6:30 de la mañana del Jueves 1ro de Abril de 2010.
Recién empieza a asomarse el sol, lo siento en mi cara mientras, a tientas, aprieto el botón de snooze de mi despertador.
Aún no quiero abrir los ojos - 5 minutitos más - pienso.
Piripipí piripipí piripipí.... de nuevo. Cronos esta siendo malo conmigo, y juega con los finos hilos del tiempo, manipulándolos en mi contra.
- Es tiempo- ya no puedo remolonear más, me espera El Imperio, su gente, mi trabajo, mi jefe...
-No es justo, no es justo, no es justo - digo en voz alta con mis ojos aún cerrados.
Me incorporo como puedo, siento que me duele el cuerpo, todo de pies a cabeza.
Intento abrir los ojos. No puedo, NO PUEDO, me duele, me duele, ME DUELE LA CABEZA.
Los vuelvo a cerrar y esta vez, trato de abrirlos un poco más despacio, inútilmente, claro.
¡Oh maldito seas, Ares! ¿Cómo hago para que te vayas?..
Extiendo mi mano derecha, tratando de llegar al cajón de mi mesa de luz, después de varios intentos, lo logro, no sin antes, tirar un par de cosas que había arriba de ella.
Escucho el crujir del blister, lo tomo entre mis manos, y saco una píldora (NdA: Al genio que inventó el Tetralgin, muchas thank yous), agarro mi botellita de agua, glup glup glup, adentro.
9:16 de la mañana, un mensaje de texto hace que me incorpore.
¡Albricias! puedo abrir los ojos.
Reacciono, no avisé -puta madre- inmediatamente le envío un mensaje a Lilí post puteada.
Bajo las escaleras a todo vapor y me paro bajo la ducha.
Ya no quedan huellas de mi sórdido adversario.
Me peino, maquillo y salgo.
Hay un solazo divino - lindo día para tirarse en el pasto a hacer nada - digo, mientras paro el colectivo.
Hasta ahí, todo bien.
El problema apareció, justo llegando a la Plaza de Martinez.
Casi sin darme cuenta, el manejador, cambia su recorrido habitual, para internarse dentro de una de las calles aledañas.
Sigue derecho, luego dobla y vuelve a doblar.
Honestamente, no soy de perderme fácil y creo que se lo debo a tantos años como Scout. Conozco bien la zona por la cual el vehículo se esta moviendo, y me doy cuenta cuando el chofer, le pifió en una de las tantísimas diagonales.
¡Se perdió, señores! EL COLECTIVERO SE PERDIÓ.
Teminamos a unas cuadras del Shopping Unicenter.- Que alguien se apiade y lo encarrile nuevamente -
En eso, veo a una señora mayor, de unos 70 años aproximadamente, que se acerca hasta señor y empieza a hacer ademanes con la mano.
- ¡Qué simpática la viejita! Lo esta ayudando -
¡Ni mierda lo ayudó! la vieja turra, le hizo agarrar un camino, que terminaba JUSTO en frente de su casa...
-Vieja y la puta madre que te parió- casi le digo.
La chota se baja, pero no sin antes, indicarle el camino correcto.
10:45 arribo al imperio.
Resignada, claro, ya que venia pensando que me iba a tener que quedar acá hasta las 19hs.
Mi jefe no estaba, y Li (grosa como siempre) no había mandado una notificación avisando de mi llegada tarde, ergo, capaz me escapo antes.
La verdad, que nada mal.
Almorcé en Mc Donalds =)
Y ahora, estoy haciendo reportes para la liquidación de sueldos ¡Divino!
Me alegra que ni la migraña ni la vieja chota ni mi llegada, excesivamente tarde, me hayan cagado el día de sobremanera.
La única cagada es que, mientras todos están de joda, la boluda de Perica trabaja.
Y eso no es lo peor.....
MAÑANA TAMBIÉN TRABAJO
Eso si me caga la vida
Me estas jodiendo?, mañana también?, hoy suelen laburar muchos.
ResponderEliminarTe pagan como feriado quiero imaginarme.
Pericaa, que no decaigaaaa!!!
Si, mas les vale que me paguen doble o me voy a calzar los borcegos con punta de acero de mi viejo y los entro a cagar a patadas en el culo a los de RRHH
ResponderEliminar